En este post se ven las venas de mis pies. Eres libre de continuar si eso te da asquito
Ésta es la historia de los únicos calcetines que he tejido en mi vida.
Lo primero que hice fue preparar el material. Utilicé unas agujas circulares del nº 3 y compré en Lanas Sixto una lana de Katia para calcetines de lo más molón.
El viernes a mitad de la tarde me puse manos a la obra y decidí no parar hasta que terminara. Todo el proceso del tejido lo fui retransmitiendo en mi cuenta de Instragram con los hashtag #nosinmiscalcetines y #retopersonal. Por supuesto, también lo compartí en mi página de Facebook y Twitter
La experiencia ha sido estupenda. Compartí un motón de impresiones con otras tejedoras e incluso algún que otro altercado con el dichoso calcetín.
Aquí os dejo las fotos de la retransmisión de todo el proceso. Si pincháis en cada foto os llevará a mi Instragram y podréis leer todos los comentarios 😉
Todo empezó así: montando los primeros puntos para comenzar la puntera.
Y llegué hasta aquí el viernes.
El sábado por la mañana me puse a tejer en la terraza a disfrutar de la mañana fresquita. Como veréis, la parte del derecho del calcetín queda en la parte interior.
Y hasta aquí me cundió el sábado por la mañana.
Por la tarde de vuelta a la faena.. 🙂
La foto anterior es el momento en que se comienza con el talón. ¡¡¡¡Ese maldito talón!!!!
No fui capaz de terminarlo con tanto envuelve puntos, desenvuelve puntos… Tras dos intentos fallidos, y con la cabeza revuelta, me di un respiro.
El domingo me puse a ello y… ¡¡¡voilà!!!
Lo más difícil estaba hecho. Sólo me quedaba la pierna, y eso lo terminé el domingo por la tarde.
Reto conseguido, plas, plas, plas.
Esto no termina aquí. Me queda el derecho. Ahora que domino la técnica está chupado.
Yo seguí los tutoriales del curso online de Things to knit, que lo explican genial.